Es muy fácil cuando ni siquiera intentamos mirar para atrás y reconocer así errores y valorarnos por lo que hicimos o nos abstuvimos de hacer; y en ese sentido es muy difícil cuando tenemos que entender que hicimos algo mal, reconocerlo aun para nosotros mismos, y mucho mas difícil aun es reconocerlo ante la otra persona. Pero esa dificultad, esconde detrás la paz, la tranquilidad que implica entender que nosotros no tenemos razón y que el mundo no gira al rededor nuestro, sino que la razón es un termino absolutamente relativo y ante ciertas situaciones, innecesario.
Aprender, no implica mirar que fue lo que hicimos mal y cambiarlo la próxima vez, también es mirar lo bueno y reconocer cuando encontramos el camino, alegrarnos por ello y procurar insistir en esa dirección.
Si logramos hacerlo muchos rencores y miedos que llevamos innecesariamente los vamos a ir paulatinamente dejando de lado, porque vamos a entender, entendernos, aprender y reconocer.
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