El pasó tres años de su vida escribiendole al amor. Escribiendole a esa persona que estaba en algun lugar del mundo, que quizá nunca iba a leer esas lineas, pero el le escribía. Siempre confió que en algún lugar estaba y el sentía que ya la amaba. No la conocía, pero tenía tanto amor para dar que amaba a ese ser que no existia aún.
Tres años le escribió al amor, idealizó una relación, idealizó momentos, sonidos, olores, gustos. El sabía que en algún momento iba a llegar y quería estar preparado, no quería correr el terrible riesgo de que ese amor que habia esperado por tanto tiempo se vaya sin mas que un adiós.
Tres años soñó con ese momento, en el que Cortazar se convierta en realidad y que ese rayo que te parte los huesos y te deja estaqueado en la mitad del patio esté ahi.
Iba a ser perfecto, iba a ser su gran amor, su unico amor, todo tenía que ser genial, increible, del mas allá. Siempre creyó en que el amor era lo unico que nadie sabe que era pero todos lo buscan, y siempre supo y estuvo convencido que era algo increible. No lo conocia, pero debía ser increible. Mucha gente habia hablado de el, habia llorado por el y había soñado con el.
El quería conocer al amor, quería verlo, quería sentirlo. Era lo que mas quería en el mundo, dar amor. Se moría por dar amor. Se moría por alguien a quien querer. Tenia demasiado para dar.
El lo tuvo, y en un momento se dio cuenta que todo eso que había soñado, que lo habia hecho pasar noches solitarias pensando y repensando en como será, en por que a el no, en por que estaba solo, lo arruinó.
Pero mas alla de eso, el sabe que en su proxima relación, va a ser un buen tipo, va a saber dar todo eso que quiso dar siempre y no va a tener miedo de decirle a todo el mundo que esta enamorado, ni de demostrar mil millones de veces al dia lo que la otra persona significa para el, ni de dar todo con tal que el otro sea feliz.
Lo peor ¿y mas triste? de esta historia, es que el protagonista principal existe.
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