lunes, 16 de abril de 2012

La imprudencia

La prudencia ha de ser la llave maestra que puede abrir cualquier puerta, sin embargo optamos por evitarla, cerrar la puerta y tirar la llave a la alcantarilla. Si evitamos la prudencia al hacer, decir, actuar, vivir, entramos en el terreno de la imprudencia con todo lo que ello significa en el dia a dia, donde vamos por la vida mirando imprudencias. Si yo actuo imprudentemente, voy a obtener resultados acordes a esa acción imprudente. Si cruzo un semáforo en rojo, me multaran, chocare, o me matare. Si digo cosas imprudentes, obtendré resultados seguramente no deseados, porque no creo que la imprudencia responda a un resultado buscado, sino por el contrario, se recurre a ella cuando no sabemos que resultado queremos lograr. No sabemos pasamos el semáforo en rojo porque quiero llegar antes, porque no quiero parar, porque no quiero esperar, etc. Solo sabemos que pasamos en rojo. Generalmente de la imprudencia no se vuelve. DE LA IMPRUDENCIA NO.

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