Los recuerdos van en contra del sentido natural del universo, y nos hacen volver a un lugar que ya no está, nos hace ver a personas que ya no son, y los vivimos como quienes ya no somos.
Volver atrás nunca ha ayudado al universo, nunca la humanidad a conseguido nada volviendo atrás, y nadie ha sido feliz volviendo atrás.
Pero, ¿Y si mañana se vuelve?
Nunca se vuelve, y esa es la mala noticia. Nadie ha sido capaz de volver, y siempre intentarlo es una mala decisión.
Existe naturalmente la obsesión por volver. Volver a ser chicos, volver al colegio, volver a ser joven, volver a esa relación, volver a ese lugar, volver a..., pero esa obsesión es una perdida de tiempo.
Reconocer esa imposibilidad y aceptar al futuro como única opción viable, no hace mas que liberarnos.
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